De aviones y administraciones
En 2007, se abrió el
debate para adquirir un nueva aeronave para el presidente mexicano,
lo que creo tensión en el ambiente político. En 2008, con la muerte
de Juan Camilo Mouriño en un accidente áereo se re abrió el tema,
ahora sin consideración alguna comprarán el avión.
El gobierno federal
decidió adquirir un Boeing 787-9 [1] para la Presidencia de la
República, lo cual costará 750 millones de dólares que son 9 mil
915 millones de pesos. El problema es que el precio oficial es de
243.6 millones de dólares, o sea 3 mil 220 millones 392 mil pesos.
¿Por qué se eleva tres veces su costo?
La razón que podría
explicarlo es que se adaptará con un complejo sistema de seguridad,
el cual no fue revelado debido a cuestiones de seguridad, pero ¿qué
tipo de adaptación podría costar 6 mil 400 millones de pesos?
Además hay dos momentos, uno en el que se compra a Boeing y otro a
una empresa para que la adapte como transporte presidencial.
Actualmente, existen 19
Boeing 787 funcionando en vuelos comerciales, los cuales pertenecen a
All Nippon Airways, Air India, LAN Airlines, Qatar Airways, Japan
Airlines [2], pero en el caso mexicano se habla de un único modelo,
quizá desarrollado especialmente para un Jefe de Estado, pero son
datos que no han transparentado ni explicado.
En los últimos 7 años
han muerto 3 Secretarios de Estado en accidentes aéreos (Ramón
Martín Huerta, Secretario de Seguridad Pública en 2005; Juan Camilo
Mouriño, Secretario de Gobernación en 2008; y Francisco Blake,
Secretario de Gobernación en 2011), entre otros funcionarios
públicos (José Luis Santiago Vasconcelos; Miguel Monterrubio,
Acradio Echeverría, Norma Angélica Díaz), lo que hace factible la
compra de aeronaves en excelentes condiciones [3].
El avión usado
actualmente es un Boeing 757-225, el cual fue adquirido en 1987 por
Miguel De la Madrid con un costo especial de 43 millones de dólares,
debido a que existía una sobreexistencia de naves. Ha dado servicio
de transporte a 5 Presidentes. En 2018 el avión cumpliría 30 años
de vida útil, por lo que es inevitable su compra.
La probabilidad que el
Presidente de la República muera en un accidente aéreo es baja,
debido a las medidas de seguridad adoptadas por el Estado Mayor
Presidencial (EMP), y los mantenimientos de rutina realizados en el
hangar presindencial.
El mantenimiento actual
cuesta 340 millones, mientras que el año pasado costó 297 millones.
Y en 2007, fue sometido a un servicio completo que costó 63 millones
realizado en Estados Unidos por Associated Air Center operada por
Landmark Aviation e Iberia Líneas Aéreas de España.
El reto a enfrentar es la
corrupción, por ello es importante la transparencia y rendición de
cuentas, no sólo en la compra del avión, sino de todo el proceso
para operar aeronaves en espacio mexicano. No tiene sentido comprar
aeronaves si el personal no está capacitado y tampoco se realizan
los mantenimientos adecuadamente.
Esa pudo haber sido la
diferencia entre vivir o morir, tal como la licencia que obtuvo el
piloto del LearJet 45 en que viajaba Juan Camilo Mouriño que no
contaba con la experiencia dicha, a través de la Dirección General
de Aeronaútica Civil (DGAC) y la Secretaría de Educación Pública
(SEP), de lo que ha dado cuenta la Asociación Mexicana de Centros de
Formación, Capacitación y Adiestramiento en Aviación (AMCCA) que
ha encontrado en curricula horas de vuelas que no reflejan su
experiencia.
No sólo se trata de la
compra de un avión que está por terminar su vida útil, sino de
todo un sistema administrativo que no responde eficientemente a la
navegación aérea en territorio mexicano, así debe protegerse a
quienes circulan en aeronaves con capacitación del personal y
mantenimiento de las naves. Y por último, deben responder a qué se
deben 6 mil millones de pesos más en la compra del Boeing 787.
José Angel Ramírez Hernández
7 de agosto de 2012, Nezahualcóyotl
Citas:
[1] La aeronave se
entregará en 2015, puede llevar entre 250 a 290 pasajeros
dependiendo de la configuración de los asientos. Su capacidad le
permite viajar sin escalas, lo cual es perfecto para trayectos
trasnacionales. También consume 20% menos de combustible, requiere
menor mantenimiento y deja menos huella sónora.
[2] Lista de producción
de Boeing 787 Dreamliner:
[3] También han muerto
en accidentes aéreos otros personajes políticos como: 1) Gustavo
Alberto Vázquez, Gobernador de Colima en 2005; 2) Guillermo
Zavaleta, Diputador por Oaxaca, y Juan Huerta Montero, Diputado por
Guanajuato en 2010; y 3) Miembros del equipo de campaña de Roberto
Borge, Candidato a Gobernador por Quintana Roo en 2010.
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